Leyendo la revista "Pelo Pico Pata" me he encontrado con un artículo muy interesante, os lo resumo:
"Cada año, al terminar la temporada de caza, muchos pinares españoles se transforman en una macabra estampa con galgos ahorcados. Paradójicamente dicen sus dueños que es la forma que tienen de pagar a su compañero que les ha servido bien unos años, pero que ya no les vale para cazar.
Si bien es cierto que no todas las personas que tienen galgos y practican la caza con ellos, les maltratan, también es una realidad el hecho de que al año son miles los perros de esta raza que viven miserablemente, sin una alimentación correcta, ni atención veterinaria, sin condiciones higiénicas correctas, y mucho menos un lugar para guarecerse adecuado. Las hembras son consideradas máquinas de parir sin ningún tipo de supervisión sanitaria. Cuando ya no sirven para la caza, estos perros son abandonados, ahorcados o se les remata con un disparo. Vamos, una historia de terror, pero por desgracia tan real como la indignación que provoca a miles de españoles y de personas de fuera de nuestras fronteras.
"Cada año, al terminar la temporada de caza, muchos pinares españoles se transforman en una macabra estampa con galgos ahorcados. Paradójicamente dicen sus dueños que es la forma que tienen de pagar a su compañero que les ha servido bien unos años, pero que ya no les vale para cazar.
Si bien es cierto que no todas las personas que tienen galgos y practican la caza con ellos, les maltratan, también es una realidad el hecho de que al año son miles los perros de esta raza que viven miserablemente, sin una alimentación correcta, ni atención veterinaria, sin condiciones higiénicas correctas, y mucho menos un lugar para guarecerse adecuado. Las hembras son consideradas máquinas de parir sin ningún tipo de supervisión sanitaria. Cuando ya no sirven para la caza, estos perros son abandonados, ahorcados o se les remata con un disparo. Vamos, una historia de terror, pero por desgracia tan real como la indignación que provoca a miles de españoles y de personas de fuera de nuestras fronteras.
Gran parte de las adopciones de los galgos españoles vienen de otros países, como Alemani o Francia, donde aprecian mucho a unos perros que son muy especiales como animales de compañía porque son cariñosos, tranquilos y se llevan bien con los niños. Mientras los demás valoran y adoptan nuestros galgos, en España nos pueden los prejuicios de que se trata de animales muy nerviosos, que necesitan ejercicio y pracitar la caza para ser felices. Pues nada más alejado de la realidad.
Para acabar con estas situaciones debe aplicarse con mano dura la ley y, por supuesto, educar la sensibilidad hacia el respeto de la vida de cualquier ser, aunque no sea de nuestra especie. La labor educativa con los niños desde casa y en los colegios es fundamental."
Este es el vídeo de Sánchez, un galgo acogido en "sos galgos", la protectora de galgos en Barcelona. El vídeo es muy bonito, espero que os guste, a mí me ha emocionado.
http://www.sosgalgos.com/
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